La Danza en la Pintura
El Arte de la Danza ha sido, desde siempre, uno de los grandes motivos de inspiración de los grandes pintores. En esta sección vamos a recoger una muestra de los mejores artistas que han recreado el Arte de la Danza en sus cuadros.
Comenzamos con Edgar Degas, pintor francés del S XIX, y uno de los padres del impresionismo. Degas tenía una auténtica obsesión con el ballet y con las bailarinas y nos dejó una amplísima colección de obras de arte en las que se aprecia el gran sacrificio que esta disciplina de danza exige a quien la practica. Algunas de las innumerables pinturas de los museos MOMA y MET de Nueva York.
Henri Matisse (Francia 1869 – 1954) fue uno de los maestros que mejor retrató el movimiento en la pintura. Pocos han capturado la estética de la danza como él. Perteneció al Fauvismo, movimiento que privilegiaba la espontaneidad y vitalidad a través del uso de una amplia paleta de colores. De su obra "La dance" existen dos versiones, una de 1909 que se encuentra en el MOMA de Nueva York y otra de 1910 que se encuentra en El Hermitage de San Pertersburgo
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El pintor y escultor colombiano Fernando Botero (Medellín 1932) es uno de los artistas vivos mas cotizados del mundo actual. Con su irreverente interpretación del estilo figurativo crea una volumetría exaltada que impregna a las creaciones de un carácter tridimensional, así como de fuerza, exuberancia y sensualidad, junto a una concepción anatómica particular. Entre sus obras encontramos también algunas dedicadas a la danza desde su peculiar punto de vista.
Pierre Auguste Renoir, otro de los grandes impresionistas franceses de la segunda mitad del siglo XIX, ofrece la cara mas sensual del impresionismo, frente a lo ornamental y la belleza típicos de otros pintores de su tiempo. Y por ello dedicó muchas de sus obras a las mujeres, y algunos de sus cuadros las representan bailando.
Joaquín Sorolla, pintor valenciano a caballo de los siglos XIX y XX fue, sin duda, uno de los grandes maestros en el trabajo con la luz, por lo que además de impresionista y postimpresionista se le cataloga como iluminista. Además de gran retratista dedicó algunas de sus obras al baile español, dentro de su amplia cobertura de las costumbres de los diferentes pueblos de España.
Su relación con la danza es tan claro que el ballet nacional de España creó una coreografía con su nombre "Sorolla" en 2013, que vuelve a representase en 2017 en el Teatro Real con motivo de su segundo centenario.
Francisco Iturriño fue un pintor español del siglo XIX- XX y uno de los máximos exponentes del fauvismo en España. Como muchos pintores de su época viajó bastante a París donde conoció e hizo amistad entre otros con Matisse y Picasso.
Toulouse Lautrec fue un pintor postimpresionista francés que murió en 1901, muy joven, a los 36 años y que tuvo una gran influencia de Degas, y por ello una predilección por las bailarinas y el baile. En su caso, y por influencia de la vida nocturna parisina reflejó como nadie la vida de los cabarets, haciendo un uso expresivo y no sólo descriptivo del dibujo y con una gran capacidad para captar la psicología de sus personajes. Los carteles que realizó para el Moulin Rouge y sus estrellas son auténticas joyas.
Manuel Cabral, pintor sevillano del Siglo XIX y uno de los mejores representantes del costumbrismo andaluz dentro del Romanticismo español. Es muy conocido por sus retratos y por sus escenas de las procesiones sevillanas, pero también recogió el folclore andaluz gran riqueza cromática, en tonos fríos y con gusto por del detalle
Otro de los exponentes del Postimpresionismo español fue el catalán Hermenegildo Anglada Camarasa. Entre los elementos vanguardistas que se encuentran en su obra están el tratamiento artificioso de la luz y el recurso a densos empastes, igualmente utilizó habitualmente los motivos orientalizantes que caracterizan la singularidad de su obra.
John Singer Sargent, pintor norteamericano del Siglo XIX vivió prácticamente toda su vida en Europa, y frente a las corrientes de moda en esa época (impresionismo, cubismo, fauvismo) el se centró en su estilo realista muy centrado y reconocido por sus grandes retratos. Nos dejó una interesante obra "Jaleo" sobre el baile que os adjuntamos, junto algunos de los estudios de la misma.
Julio Romero de Torres (Córdoba 1874-1930) fue esencialmente retratista, con una increible capacidad para representar la figura humana, y se centró especialmente en la mujer y andaluza. En algunos de sus cuadros nos encontramos la danza/el flamenco combinados con el retrato, lo que nos deja obras de gran belleza.
Mariano Fortuny y Madrazo fue pintor, escultor, fotógrafo y escenógrafo, pero el mundo se rindió ante su genio como autor de telas y vestidos. Entre ellos, la túnica Delphos, emblema del talento de uno de los creadores más influyentes de la primera mitad del XX.
José Cruz Herrera fue otro pintor español, fallecido en 1972, cuya obra versa principalmente sobre retratos y paisajismos. Pasó gran parte de su vida en la ciudad de Casablanca que le sirvió de inspiración para su amplia producción en pintura orientalista andaluza.
Paul Gauguin, postimpresionista francés del S. XIX no fue internacionalmenre reconocido, como muchos otros, hasta después de su muerte y, sin embargo, acabó influenciando a otros grandísimos pintores como Matisse o Picasso. Desarrolló la parte más distintiva de su producción en el Caribe (Martinica) y en Oceanía (Polinesia Francesa), volcándose mayormente en paisajes y desnudos muy audaces para su época. Os dejamos dos de sus obras en las que plasmó la danza.
George Owen Wynne Apperly fue un pintor inglés entre finales del S XIX y mediados del XX y que pasó parte de su vida en Granada, donde conoció a su mujer y musa desde entonces y tuvos sus dos hijos. Su obra se vio muy influenciada por su ciudad de adopción y entre sus innumerables pinturas, como no, encontramos algunas reflejando la danza andaluza.
La familia Brueghel. Pieter Brueghel el viejo del SVXI fue el uno de los grandes de dicho siglo y uno de los cuatro mejores pintores flamencos de todos los tiempos junto con El Bosco, Rubens y Van Eyck. Fundador de una dinastía de pintores en la que igualmente destacó su hijo Peter Brueghel el jóven y sus nietos. Ambos destacaron tanto por sus paisajes como por sus escenas populares y familiares, y entre ellas, lógicamente algunas nos representan bailes.